jueves, 11 de agosto de 2011

La Respiración mística (serie)


Generar una humanidad más elevada o más decadente

El círculo de la respiración del alimento se cierra cuando el alimento se convierte en sangre y esta en semen.
En el semen, como en la semilla, vuelve a estar el árbol entero, y esa esencia vital la podemos ver expresada en el semen de macho pero también en el de la hembra. Eso es lo que posibilita que un individuo de una especie, haga que crezca la vida en él, le convierte en portador de su propia especie, y es cuando verdaderamente puede portar la naturaleza que lleva implícita y durmiente y puede convertirse en un generador.
Gestionando la respiración hace crecer la vida del cuerpo y la mente, pues lo que piensa también lleva la energía que nutre al ser humano. Pero cuando un ser humano piensa también porta la generación de otros seres humanos hacia el futuro. Si piensa menos y con menos calidad, de él nace cada vez un ser humano de menos calidad. No es la cultura. Hace falta un impulso genético que se impregna con shakti, que dé oportunidad para la creación de un ser humano.
Si lo que es alimento no es metabolizado correctamente, lo que hace es destruir la calidad del ser humano, en el propio y como herencia. Sabemos que recibimos la mala o buena alimentación y los malos y buenos pensamientos de nuestros padres. Esto sumado al cosmos, si conseguimos tener un pensamiento que salga del ego que no sea un portador del egocentrismo, generará un ser humano con un pensamiento más elevado.
Cuando el impulso sea más corto, generará una humanidad más menguante y más decadente.

Swami Shankaratilakananda. 
La respiración mística.

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