Tal como dice el Yoga Shika Upanishad, respirar es conducir la respiración desde prana a apana, de sangre a semen, de la luna al sol, del Jivatma al Paramatma. La transformación química es la elevación del pensamiento y su despegue hacia la iluminación.Svatmarama en el Hatha Yoga Pradipika se inspira en esta enseñanza. Da la base sobre la cual los Maestros crean. Goraksha escribe varios tratados sobre esto mismo, uno fundamental: Yoga Bindu, el nexus del yoga, que es la enseñanza sobre esta mística del yoga de la respiración en la mente.
El Raja yoga a que Svatmarama se refiere en el HYP tiene su base en el Yoga Vidya cuando el prana se convierte en pensamiento, en iluminación.
Vyayam es una especialidad dentro de esta enseñanza del Tantra, de entender cuando se puede trabajar la respiración: conscientemente, desde un proceso voluntario, dinámica o estática, es un salto más de lo que llamamos pranayama. En otras vías del yoga sólo se hace de una manera estática.
Hacemos dinámica la postura o la convertimos en dinámica, utilizando los artilugios del sistema respiratorio, utilizando la nariz, la boca, la lengua, la laringe, la tráquea, el diafragma, para hacer que la respiración se convierta además de consciente en vibrante. Utilizando lo que está en la forma humana, por ejemplo el sonido, hacerlo vibrante y al mismo tiempo radiante, térmico, con combustión, esfuerzo, tensión y explosión, que va desde el músculo, la raíz del hueso, y pasa por todos los órganos hasta el sistema nervioso central.
Swami Shankaratilakananda.
La respiración mística.
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